Es la preocupación continua por comprobar y controlar el trabajo y la información. Implica también una insistente necesidad de entregar las tareas verificando la calidad de las mismas. Así como también en que las responsabilidades y funciones asignadas estén claramente definidas.

Es la habilidad para retener cifras tanto largas como cortas en un tiempo determinado, así como la capacidad de usarlas en el momento correcto. Es resolver con acierto y rapidez problemas cuantitativos. Incluye el razonamiento numérico.

Es la capacidad de lograr el máximo beneficio para sí mismo o para la organización frente a una negociación. Busca cuidar relaciones a largo plazo, intenta mantener los estándares éticos altos y lograr un sentimiento en las partes involucradas de que hay una ganancia, de que se obtuvo lo que se desea. Implica buena comunicación y poder de persuasión.

Habilidad para detectar posibles riesgos que puedan poner en peligro el transcurso normal del trabajo en la organización. La gestión de riesgos es un enfoque estructurado para manejar la incertidumbre relativa a una amenaza, a través de una secuencia de actividades humanas que incluyen evaluación de riesgo, estrategias de desarrollo para manejarlo y mitigación del riesgo; tomando siempre a la prevención como primera alternativa. Asimismo, abarca un interés por mantener el bienestar físico, mental y social de las personas.

Capacidad de la persona que es precisa y cuidadosa al hacer o examinar algo. La persona es escrupulosa cuando finaliza sus trabajos cuidando todos los detalles. Es el rasgo de la personalidad que trata sobre la organización, la disciplina, la deliberación y la prudencia.